La exploración de un mundo interior a través del manejo de la materia y la exaltación emocional temperada por el rigor estético son las características principales en la obra de Knut Pani. La relación entre la geometría orgánica que ordena el caos y la desbandada carrera de una mente apenas dominada forman, en un extraño balance, el hilo conductor para la clara interacción entre la obra y el espectador.                                       

 

"Aunque parezca que hable o grite, mi obra es muda. Su único discurso es visual."                                            

 

Con esto nos muestra claramente su intención de seducirnos y pescarnos por los ojos. Esos filtros receptores del alma (psique), que exacerbados por los estímulos recibidos mediante el manejo audaz de la pintura y un claro juego poético, permiten la entrada, como un torrente, de la carga emocional guardada entre los pliegues de la obra de este artista.                                  

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                                                                                                       Linos Kukor